La emisión más vista de la historia

Todavía estamos resacosos del triunfo de España en el Mundial. Algunos vivimos a hasta altas horas de la madrugada del martes la celebración de "la roja" por las calles de Madrid (en mi vida he visto tanta gente junta), donde se estima que más de 1 millón de personas salió a las calles para recibir a los héroes. Y es que esas cifras también se tradujeron en millonarias frente a la pequeña pantalla. Según datos oficiales de Sofres, la finalísima del Mundial fue seguida por una media de 14 millones de telespectadores y un porcentaje cuota de pantalla del 82,9% sumando las tres cadenas en las que se emitió el partido (Telecinco, Canal+ y Canal+ Liga), unas cifras ligeramente inferiores a las de la final de la Eurocopa de 2008 (14,4 millones). Pero fue en la prórroga donde los audímetros reventaron y las audiencias alcanzaron una media de 15,6 millones de telespectadores y un 85,9% de cuota, situándose a la cabeza de las emisiones más vistas en la historia de la televisión en España y que ocupaba hasta ese momento la agónica tanda de penaltis de "la roja" ante Italia en los cuartos de final de la ya citada Eurocopa con 15,3 millones. El minuto de oro se contabilizó a las 22:57, momentos antes del gol de Iniesta y donde había congregados ante la pantalla 16,6 millones (90,3 %). En la franja completa del partido más la prórroga, la audiencia acumulada fue de unos 20 millones de telespectadores. Teniendo en cuenta que se tratan de cifras oficiales, informalmente se puede decir que fueron muchísimas más personas las que vieron el partido, ya que por ejemplo las audiencias de Sofres no tienen en cuenta los multitudinarios grupos de personas que lo vieron en bares o pantallas grandes. Lo que sí se puede decir es que este partido ha marcado un hito en la historia de la televisión en España, y por qué no decirlo, también en nuestras vidas. Por un día pudimos olvidarnos de los problemas que vive en este país para disfrutar de un trinfo histórico sin precedentes. Y es que a veces no está de más salir de la rutina diaria, porque como bien dijo el gran Charlie Chaplin, "a veces la vida real resulta aburrida".