miércoles, 28 de julio de 2010

Late night show, cuando la tele no duerme


Normalmente cuando me preguntan qué suelo ver en la tele mi respuesta suele ser nada, salvo deportes, alguna serie y los late show. En mi opinión, hoy por hoy, de lo mejor que ofrece la escasa oferta televisiva de calidad es el formato late night show. El concepto en cuestión define a los programas que ocupan la franja horaria televisiva comprendida entre las 23:30 y las 3:00, aunque lo más habitual es que su emisión sea desde las 00:00 hasta aproximadamente las 2:00. Su conenido habitual suele ser bastante variado, desde entrevistas a personajes famosos, el repaso de la actualidad diaria con un toque humorístico ácido y actuaciones musicales. Un ejemplo de programas de este formato son Buenafuente o UAU! Y es que el late show ha evolucionado notablemente en las dos últimas décadas, desde sus inicios con el nacimiento de las televisiones privadas hasta hoy con su consolidación televisiva con la audiencia, ya que en España el modelo se implantó mucho más tarde con respecto a EE.UU, el país creador del formato.

Aunque no está del todo claro, se dice que el origen del late show en España corrió a cargo de la televisión autonómica catalana TV3 a principios de los 90 con el programa Les Mil i Una, presentado por Jordi González y que se emitía los domingos a partir de la medianoche. Se convirtió en todo un icono de la cadena y duró cinco temporadas, algo impensable para la época. Pero no fue hasta 1995 cuando el late show despegó definitivamente gracias a Telecinco y Pepe Navarro con Esta noche cruzamos el Mississippi, programa que se convirtió en todo un fenómeno social y que entre otros dio a conocer a Florentino Fernández, que caracterizaba a numerosos personajes, Carlos Iglesias o La Veneno.
Gracias a él Telecinco se convirtió en la cadena con más audiencia en las horas nocturnas y se desmarcó de Antena 3, su principal rival. Pero estos últimos supieron reaccionar de manera inteligente, ya que no sólo crearon su propio programa nocturno sino que "robaron" a Telecinco a Pepe Navarro para presentarlo. El nuevo programa se tituló La sonrisa del pelícano y era casi idéntico al Mississippi. Su llegada coincidió también con la de Crónicas marcianas, programa que sustituyó al anterior y al que se puso al frente Xavier Sardá. La sonrisa del pelícano empezó muy fuerte, con grandes índices de audiencia y siendo líder indiscutible de la madrugada, pero ocurrió algo imprevisto: por orden judicial el programa fue retirado de la parrilla televisiva a los dos meses de comenzar. Y es que según dicha sentencia algunos contenidos del programa atentaban contra la dignidad de algunos personajes públicos, entre ellos el director del diario El mundo Pedro J. Ramírez, sobre el que se iba a emitir un vídeo relacionado con su vida privada. Con el Pelícano fuera de combate Crónicas marcianas tomó el relevo y durante siete años ocupó el primer puesto del late night. Crónicas era muy similar al Mississippi, aunque con algo menos de contenido humorístico y más sensacionalismo. En sus primeros años se trataba de un programa con contenidos destacables y de muy buena calidad, además de ser revolucionario en la realización, ya que entre otras cosas popularizó la cabeza caliente (la célebre cámara que da vueltas desde lo alto) o el seguimiento de los personajes con la cámara por diferentes partes del plató. Pero con el paso de los años fue dejando de lado todo lo relacionado con la calidad y se convirtió en uno de los principales impulsores de la telebasura. Todo ello hasta 2005, cuando Andreu Buenafuente desembarcó en Antena 3 para proponer un nuevo late show, algo renovado con respecto a Crónicas y dejando a un lado la telebasura. Nacía así Buenafuente, que fue el verdugo televisivo de Crónicas y que hasta hoy ostenta el liderato de la madrugada, pese a cambiar Antena 3 por La sexta en 2007 y haber plantado cara a la apuesta de Cuatro, Noche Hache, que durante algo más de dos años se mantuvo en antena con unos más que estimables niveles de audiencia. El principal pilar en el que se sustenta Buenafuente es el humor, desde el monólogo inicial del propio Buenafuente hasta la sección presentada por Berto Romero, otro de los artífices del éxito del programa. No faltan las ya clásicas entrevistas ni las actuaciones musicales, por lo que se puede considerar un programa sencillo pero que gana muchos gracias al ingenio de su presentador. En este año ha aparecido el ya citado UAU! en Cuatro y presentado por Santi Millán, que hasta ahora está cosechando buenas cifras aunque muy lejos de Buenafuente. Seguramente vendrán más programas en el futuro, pero ya hoy se puede decir que la televisión no duerme ni dormirá nunca de madrugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario