viernes, 10 de diciembre de 2010

Manolete o cómo estrenar una película y morir en el intento

Que el mundo taurino está en crisis es algo más que evidente, en gran parte debido a la reciente prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Pero más allá de los ruedos hay una película que lleva años lidiando su propia batalla: Manolete. Y es que la cinta, basada en la vida del mítico torero que murió en 1947 en la plaza de Linares y a quien dio muerte el ya célebre toro Islero, se encuentra embargada judicialmente desde la finalización de su rodaje allá por el año 2006. Numerosos problemas se han cruzado en el camino de la película hasta el día de hoy, los cuales han impedido que se estrene en las salas cinematográficas españolas.

Manolete fue la gran apuesta futura del cine español en 2006, cuando el productor Andrés Vicente Gómez decidió tirar la casa por la ventana para llevar a las pantallas la obra y milagro del torero cordobés, centrándose principalmente en su relación amorosa con Lupe Sino. Para ello no escatimó en gastos e invirtió un gigantesco presupuesto de 21 millones de euros, cifra que convierte a la película en una de las más caras de la historia del cine español. Decidió poner el guión y la dirección en manos de Menno Meyjes, un semidesconocido cineasta holandés consagrado en Hollywood y guionista entre otras de El color púrpura e Indiana Jones y la última cruzada, además de contratar para el papel del diestro al oscarizado Adrien Brody y a Penélope Cruz en el papel de su prometida. Varios técnicos que trabajaron en la película afirman que el rodaje desarrolló en un clima de mucha tensión, con continuos enfrentamientos entre productor y director acerca del guión, problemas económicos que provocaron que el equipo de la película paralizara el rodaje durante día y medio porque no cobraba su sueldo y teniéndose que personar el productor para garantizar los salarios. A ello tampoco ayudó el hecho de que Brody no hablara ni una sola palabra de español y que por tanto no se mezclara con el resto del equipo, cosa que no gustó absolutamente nada. Para más inri, el actor no se adaptó bien al personaje debido a su poca destreza con el capote y la muleta.

Tras la finalización del rodaje empezaron los problemas de verdad: la empresa Construcciones Escénicas Moya, la cual se encargó de los decorados de la película, se vio involucrada en un caso de impago de 900.000€ por parte de los productores que casi la deja en la ruina. La empresa presentó una denuncia contra Iberoamericana Films, la productora de Andrés Vicente Gómez, y consiguió el embargo judicial de la película. Con todo el escándalo de por medio el film ha quedado a la deriva, casi abandonado a su suerte. Desde entonces un sinfín de montajes diferentes, la difícil postproducción, estrenos previstos en un principio y cancelados después, idas y venidas entre el productor y la justicia e infinidad de estrategias para fijar una fecha definitiva para el estreno han colgado a la película el cartel de maldita. Como aperitivo, el film fue estrenado el pasado mes de marzo en Francia, recibiendo unas críticas durísimas y nefastas. Esperemos que en nuestro país no ocurra lo mismo porque si no el batacazo económico puede ser descomunal... Lo que está muy claro es que abrir la puerta grande se antoja ya muy difícil.

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